Sistema ferroviario “funciona” al límite

El sistema ferroviario funciona al límite y se deben tomar medidas para evitar el colapso definitivo del sistema. Es importante tener en cuenta que el ferrocarril es una enorme herramienta de transformación, generando la posibilidad de reindustrialización del país.

El Ingeniero Elido Veschi (Miembro de la Comisión Directiva de la Asociación del Personal de Ferrocarriles Argentinos de la Administración General de Puertos Argentinos) y el Dr Jorge Wadel (Abogado, Investigador y Profesor Adjunto de Teoría del Estado en la UBA, Director del Museo Ferroviario), plantean que el problema de los ferrocarriles es una inversión a largo plazo. Dicen que si se consideran los 15.000 km originales de la red ferroviaria, donde el transporte de pasajeros podía transitar a una velocidad de entre 90 y 140 km/h, hoy se ha degradado el sistema tan calamitosamente que no se puede andar a más de 40 km/h. Esta degradación tiene un costo y una descapitalización descomunal.

Esta situación tiene prioridades, la primera medida que debería ser tomada es cambiar la historia en esta materia, el principio es anular la Ley 23.696 como acto simbólico (que con la reforma del Estado destruyó la capacidad estratégica de desarrollar el ferrocarril).

Decimos que se destruyó de manera planificada la capacidad estratégica de los ferrocarriles y damos como ejemplo lo siguiente:

- En la década del 40 en los talleres de Tafí Viejo se diseñaban, proyectaban y fabricaban coches metálicos con aire acondicionado.

- En los 50, en los talleres San Cristóbal se producían motores.

Lamentablemente ya no queda nada.

- En Somisa producíamos rieles y lo primero que hizo Techint cuando se privatizó a principios de los 90 fue cerrar el tren de laminación.

Y algo muy importante que la Argentina también ha perdido: los cuadros técnicos capaces de implementar las políticas públicas, últimamente los cuadros técnicos son puestos políticos incapaces de llevar a cabo cualquier proyecto serio.

Hay que realizar una fuerte inversión para recuperar los 15.000 km de vías a un costo de U$S 200.000 el km, teniendo en cuenta que los proyectos en materia ferroviaria son de más de 10 años, o sea que siempre trascienden a los gobiernos de turno.

La prioridad es una acción directa con el transporte ferroviario del Gran Buenos Aires, porque colapsa en breve. El sistema está muy vulnerable, en especial en las líneas Sarmiento y Mitre. El colapso va ser técnico económico y si no se toman medidas rápidas, en 3 ó 4 años estas líneas pueden llegar a pararse. Lo que la gente no sabe es que por ejemplo, la parrilla de vías del Mitre, a la salida de Retiro, está afuera de todo tipo de normas, con falta de mantenimiento, sin seguridad de enclavamiento, como también es el deterioro de las obras de arte como los puentes.

Ha habido una enorme defraudación al Gobierno Argentino en el tema ferroviario, el Estado debería realizar un inventario de los bienes concesionados. Y seguramente vamos a descubrir un gran faltante de vagones y locomotoras. Se debe seguir la ruta de los subsidios para darse cuenta cómo fue devastado el sistema ferroviario. El negocio de las empresas concesionarias es explotar los activos al máximo para rédito propio. Y al ferrocarril lo van a entregar en una valija hecho chatarra.