Con el cierre del Campo de deportes N° 3 (Administración de E. García) se dejaron al desamparo a deportistas que desarrollaban sus rutinas en este espacio.
Hoy ese espacio verde y público está cercado, privando a jóvenes de la práctica deportiva que allí desarrollaban y que aún no encuentran espacio donde hacerlo. Está a la espera vaya a saber de qué proyecto superador al deporte, tal vez en nombre del progreso sean estacionamientos o locales comerciales...
Uno de los ejemplos que podemos brindar es el de la Escuelita de Fútbol, que con su Director Técnico Walter Federico Gómez (Técnico de Fútbol AFA N° 11.251), hacían uso de este espacio público 3 veces por semana entre las 15 y las 17 hs. para desarrollar la práctica deportiva. Este entrenador ha sido reconocido públicamente (también como un tutor social) por su participación en los cuadrangulares de Mar del Plata, plasmado con el título “Vicente López se hizo grande en el Mundialito de Mar del Plata” publicado por el diario Clarín zonal del 5 de marzo de 2009.
Hoy Walter F. Gómez, con el grupo de aproximadamente 50 chicos, por no tener el espacio físico para entrenar, se presentan en los torneos sin la realización de las prácticas físicas y técnicas necesarias para un desarrollo deportivo adecuado.
Hay estadísticas, análisis de jóvenes que no trabajan ni estudian, de sus conflictividades, incluso se estigmatizan ligándolos con la delincuencia; en cambio en Vicente López con políticas negativas como la del cierre del campo 3, los empujan al desánimo. Ante estas situaciones cómo creen que los jóvenes nos ven a los adultos?
No podemos ser indiferentes, es necesario que se lleven a la práctica políticas de estado ya que los jóvenes son nuestro futuro. Es por ello que considero importante trascribir partes de notas del Licenciado Daniel Arroyo, donde explica la importancia de los tutores, como referentes para un cambio y al deporte como herramienta importantísima para fortalecer su espíritu en base a rutinas que seguramente a futuro aplicarán en todos los aspectos de su vida, como también en el trabajo.
Estos temas tan importantes para la sociedad, tomamos como ejemplo notas producidas por el Lic. Daniel Arroyo Director Ejecutivo de Poder Ciudadano.
1_ Una inclusión real debería ser política de Estado
El debate sobre el número de jóvenes que no estudian, no trabajan o lo hacen en forma precaria (1,5 millones, 900.000 o 400.000) no debe hacernos perder de vista el punto central: la inclusión de los jóvenes es nuestro desafío más importante.
Se trata de jóvenes 16 a 24 años que están sin hacer nada o que entran y salen del trabajo y de la escuela con frecuencia. No tienen problemas con la tarea, sino con la rutina del trabajo. Lo difícil no es entender qué hacer, sino ir a trabajar todos los días ocho horas, en parte porque muchos no han visto trabajar ni a sus padres ni a sus abuelos.
El hacinamiento y las adicciones aumentan los problemas: un ciclo frecuente en los grandes centros urbanos es el de un chico que estando hacinado en su casa se va a la esquina porque hay más lugar y mejores condiciones, ahí empieza a consumir porque todos lo hacen y luego se endeuda. Y entonces es cuando se le acerca alguien a ofrecerle cualquier alternativa. Esta es una realidad de la que muchos son víctimas y se completa con una creciente estigmatización que los identifica como culpables de la inseguridad.
El Estado da respuestas con acciones significativas como la Asignación Universal por Hijo y los programas "Jóvenes con más y mejor trabajo" y "Conectar igualdad". El sector privado financia más de 10.000 becas educativas este año y las organizaciones sociales han extendido redes de acompañamiento escolar y capacitación laboral.
Sin embargo, el problema es de una escala mayor. Se requieren nuevos instrumentos, muchos recursos, articulación de acciones y una política de Estado. De allí la necesidad de avanzar en algunas líneas concretas.
2-Un Plan Masivo para los Jóvenes
“Red de tutores: es clave generar una red de tutores con personas que tengan legitimidad: una maestra que tiene buena llegada, algún pibe de la esquina, referente barrial o religioso. Se trata de potenciar una red de tutores creíbles a los que los jóvenes sientan que no deben fallarles y que los ayuden a sostenerse en lo laboral o en la escuela.”
3-El deporte y la cultura como mecanismos de inclusión social
“Sólo el deporte y algunas actividades culturales actúan como puerta de entrada para que los jóvenes se "enganchen" y, a partir de allí, se puedan incorporar otras actividades y conocimientos que les sirvan para el mundo del trabajo”
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