Quiero compartir esta experiencia, me parece importante para hacernos pensar, reflexionar sobre nuestro accionar como adultos. La misma la extraje de la versión taquigráfica de la H.C. de Diputados de la Pcia de Buenos Aires.
Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires Observatorio Social Legislativo - 25/03/09
CONFERENCIA MAGISTRAL “Vigencia de las normas: obstáculos para su cumplimiento” A cargo del señor Presidente del Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 1 de La Plata, Dr. Carlos Alberto Rozanski.
Una vez, fui a dar una charla en La Habana y fui a visitar una cárcel de menores. Me impresionó cómo estaba instrumentada y demás. Tenía un cartel enorme en la entrada que decía: “Educar a los niños para no tener que castigar a los adultos”. También me había impresionado en esa cárcel todo lo que había visto acerca de la limpieza, la forma de vestir, etcétera. Era el peor momento de la realidad cubana, en el año ’94, en pleno período de excepción como ellos lo llamaban, es decir, cuando la Unión Soviética no les prestaba ayuda y demás, porque se había deshecho. Era un período de plena crisis. En ese momento ver una cárcel limpia no tenía sentido, era una locura. Entonces, la recorrí, abrí todas las puertas, saqué fotos, me impresionó todo. Cuando vuelvo a salir, veo el cartel, entonces, le pregunto al director, que era un negro grandote, que medía como dos metros: "Escúchenme, cómo puede ser, nosotros somos un país rico y ustedes un país pobre que está en la miseria y es lo que veo en estos días, y esto tiene olor a perfume; ¿cómo hacen?" y el hombre me dijo: "Muy sencillo, nosotros, queremos a los niños".
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